Seguimos con el resumen de la interesante historia de la marca Volvo, centrándonos en su sección dedicada a los camiones. En este artículo os hablamos de las diferentes novedades de la marca durante los años previos a la 2ª Guerra Mundial y durante ésta, con la incorporación de gasificadores de madera ante la falta de gasolina por la guerra.
En 1932 se lanzó la serie LV71 con sus variantes. Se presentan modelos con dos distancias entre ejes diferentes (3,4 y 4,1 metros) y dos cargas útiles (2,5 y 3 toneladas). El comprador podía escoger por tanto entre los modelos LV71 (3,4 metros y 2,5 toneladas), LV72 (4,1 metros y 2,5 toneladas), LV73 (3,4 metros y 3 toneladas) y LV74 (4,1 metros y 3 toneladas).
Junto a estos modelos, pensados para adaptarse mejor al tipo de trabajo que va a realizar el camión, de nuevo Volvo revoluciona el sector en Europa con el novedoso LV75. Este modelo fue el primero del continente del tipo Cab-over (cabina encima), y que también era una novedad en Estados Unidos, dónde el mismo año la White Motor Company había presentado el primero. Este tipo de camión tiene la peculiaridad de prescindir del morro, con una cabina completamente plana (llamada de cara plana, nariz plana o semi-cofre). Para conseguir esto se ubicaba al conductor al lado del motor y no de la caja de cambios, cómo en los camiones convencionales. De esta forma se consigue una mejor distribución del peso entre los dos ejes.
En 1934, dos años después de presentar la gama de camiones de tamaño mediano, la LV71, Volvo presenta su nueva gama de camiones ligeros, la LV76.
Comprendía inicialmente tres modelos, diferenciados por su carga útil: el LV76 una carga útil de 1 tonelada, LV77 con una carga útil de 1,25 toneladas y LV78 con una carga útil de 1,5 toneladas.
Posteriormente, en 1935, se presentan mejoras en la gama importantes, como una nueva cubierta del radiador, que tiene en cuenta la aerodinámica. Además, se incluye en la gama el LV79 diseñado para ser más resistentes que el resto de camiones de la familia.
Con la guerra llegó el racionamiento de los combustibles fósiles y Europa entera empezó a incorporar gasificadores de madera en sus vehículos para poder seguir utilizándolos.
El gasificador de madera, inventado por Gustav Bischof en 1839, puede alimentar un motor de gasolina o diésel con pequeños cambios mecánicos. Los gases producidos por la quema de madera en el gasificador se convierten en el combustible que mueven el motor de combustión.
Suecia fue el país que más utilizó este substituto del combustible fósil llegando a más de 73.000 vehículos adaptados en 1942. Volvo incluyó los gasificadores como opción de sus LV79 a partir de 1940, con una pérdida de 25 CV respecto al mismo motor alimentado por gasolina, pasando de 75 CV a 50 CV.
En 1935 se presenta un nuevo modelo de camión de tamaño mediano disponible en dos versiones: la serie LV80 y la serie LV90.
La LV80, con camiones de tamaño más pequeño, montaba un motor de gasolina con válvulas laterales, que desarrollaba 75 CV de potencia con 3.670 centímetros cúbicos de desplazamiento. Comprendía los modelos del LV81 al LV86, y fueron fabricados desde 1935 hasta 1940.
La LV90, con camiones más grandes que los LV80, montaba un motor de válvulas en cabeza, que desarrollaba, en los modelos presentados en 1935, 75 CV de potencia con 4.097 centímetros cúbicos de desplazamiento. Un año después se agrandó el motor de los LV90 en 300 cc y llegando a los 90 CV de potencia. La gama comprendía los modelos desde el LV93 hasta el LV95 y se fabricó hasta 1939. Ambos motores, tanto el original de la serie como el mejorado de un año después, se ofrecían en versión gasolina y en versión Hesselman, motor del que ya os hablamos en la segunda parte.
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